martes, 19 de noviembre de 2013

Padres, hijos y nuevas tecnologías.

Las nuevas tecnologías son la causa de la mayoría de las discusiones entre padres e hijos. Y vamos a entender por nuevas tecnologías cualquier cosa inventada después del mando a distancia de la tele. 

Por un lado, está eso de que los padres se piensan que todos los hijos somos ingenieros (ingenieros informáticos, electrónicos, industriales, telecos... todo a la vez) y sabemos arreglar cualquier cosa que le pase a un aparato electrónico. Pooor ejemplo: 

¡Hij@! La tele no va. Haz algo.” Y tienes que hacer algo y arreglarlo por cojones. Si te tienes que subir al tejado a mover la antena, te subes y la mueves. Si tienes que abrir la tele, el mando de la tele, el TDT y a tu abuela para solucionar el problema, lo haces y punto. Y si no lo arreglas, es que no tienes interés por nada y nunca haces nada por tus padres… con todo lo que ellos hacen por ti. 

¡Hij@! Estaba viendo un video en internet y no va. Arréglalo.” Esto es grave. Porque tú llegas, actualizas la página y si el video sigue sin verse ya la hemos liao’. Te toca explicarles que no se puede arreglar, que es un problema de la página y no puedes hacer nada. Pues imposible que lo entiendan. Para ellos lo que de verdad ocurre es que te quieres volver a tu habitación a ver las series esas que te tienen enganchado, a hablar por el ‘guasa ese’ o a hacer cualquier otra cosa y que no quieres arreglarles el puñetero video. Además, tienen la teoría de que si fuera un video que tu quisieras ver lo arreglarías, pero como es suyo, pues no. 

(He de decir que en mi caso lo de ser ingeniera es casi verdad… en ello estamos. Pero si se creen que en clase nos enseñan cómo hacer que el Vaughan TV se vea mejor en casa están apañaos…) 

Por otro lado, está ese momento en el que uno de tus padres te llama y te dice “Hij@, explícame como funciona esto.
Yo prefiero subirme al tejado a mover la antena, en serio. 
Que tu madre o padre te pregunte, tu le contestes y él/ella lo entienda todo a la primera no existe. Que lo entienda a la segunda, tampoco. Y que a la tercera se lo expliques sin enfadarte, mucho menos. 
En serio, si alguien ha conseguido no acabar esta situación con un “¡Vete! Ya no quiero que me lo expliques, de verdad. Vete.” que me diga cómo lo ha hecho. 

Y ya para terminar… una de las cosas que más me gusta. Cuando vienen y te dicen “Hij@, no he tocado nada lo juro, pero mira lo que ha pasado.” Aquí tendrás suerte si sólo ha borrado los 526454 canales del TDT… 
Y tener una cosa en cuenta: siempre, siempre, han tocado algo. Es como cuando te coges una zorra del quince un día de fiesta y dices que ya no vas a volver a beber nunca. MENTIRA.